Revolviendo cajones (confieso que estaba reaburrida), encontré parte de los mails que hace años enviaba a mis amigos todos los domingos para darles un empujoncito para comenzar la semana con alegría =) Uno de ellos me inspiró para escribir el capítulo seis, titulado Cumplir los 50 =)
Quiero compartir parte del mismo con ustedes para saber su opinión, y desde ya, invitarlos a la presentación, que será en diciembre, ¡si Dios quiere!
Capítulo seis
- Diario de una mujer paradojal
Si miramos a nuestro alrededor, es posible darnos cuenta de que vivimos tiempos de cuestionamiento interior, de revisiones personales, pero, principalmente, tendríamos que vivir tiempos de aceptaciones.“Lo que es, es.” “Soy como soy.”¿Qué es más difícil? ¿Aceptarme como soy o aceptar todo lo que viene de afuera como lo que es? Yo creo que primero soy YO, primera persona; para que después las cosas puedan ser como son. Soy yo quien lleva el timón de mi existencia, pero antes de iniciar mi viaje, debo examinarme, reconocerme y reconocer mi lugar en el mundo para saber qué rumbo tomará mi vida.
Observando a las personas, vemos que muchas de ellas no son lo que quisieran ser; son lo que las demás personas quieren que sean, desde mucho tiempo atrás. No saben reconocerse como seres únicos. Y lo peor… Tienen miedo de hacerlo.
Aceptar lo que los demás quieran de mí es no importarme como verdaderamente soy. ¿Por qué?Porque como todo lo que es, no es gratis.Al aceptarme como soy y mostrarme tal cual soy, modifico la realidad, y eso tiene un costo. A veces, el costo es tan alto que preferimos escondernos en nosotros mismos y aceptar una realidad acomodada en nuestras vidas, olvidando para siempre que debo ser como soy.
En estos tiempos que nos ha tocado vivir, nacemos en el amanecer, vivimos nuestra niñez por las mañanas, y nuestra adolescencia se divierte por las tardes. ¿No les preocupa, ni un poquito, ver llegar la noche teniendo todavía tanto por hacer?Tengo que aceptar el ser como soy, al igual que aceptar que los demás sean como son. Sin condiciones. Una reacción en cadena, que permite acercarnos al camino de la Felicidad, mientras tenemos tiempo. Cada semilla trae consigo la sabiduría interior para llegar a su florecimiento.En el silencio de la reflexión, ¿sabremos los seres humanos cómo hacer para llegar a ser una bella flor?
Quiera Dios que sí. Él, con la paciencia que solamente la inmortalidad da, todavía nos espera…No estamos solos en esta travesía. La definición de soledad es: pesar y melancolía que se sienten por la ausencia o pérdida de alguna persona o cosa. Es sinónimo de: aislamiento, retiro, abandono, silencio, retraimiento, clausura.
Para mí, la soledad va mucho más allá de ausencias o pérdidas. Es sentir la suave brisa del mar sin haber sido jamás una barca. Es llorar vínculos amorosos que se empeñan en unirse, una y otra vez, sin haber completado su desprendimiento.El mar siempre atrajo palabras a mi vida en poesía.
El río me susurraba silencios que demoré demasiado tiempo en descifrar. Hasta que un día, su símbolo se desnudó ante mí, quedando yo desnuda ante mi gente.Me cubrió el dolor y la pena y, durante semanas enteras, mi compañero fue el duelo de haber callado a quien me acompañó siempre en mi eterna soledad.Se abrió camino lentamente, y comprendí el mensaje de los sabios. De los que se han empeñado en cambiar el rumbo de la existencia de los humanos, desgarrándonos en una fuerte sacudida espiritual, para dejarnos, no abandonarnos, sino dejarnos, en absoluta armonía, con nuestro cuerpo, mente y espíritu.Es tiempo de grandes cambios dentro del seno de nuestra propia existencia. Es tiempo de enfrentamientos, cuestionamientos, revisiones y escalonamientos para trascender. Construir mi YO en el más alto grado de dignidad y responsabilidad humana. Llevar ese YO adelante, dejando el reflejo de nuestros espejos atrás.Finalmente, reconoceremos la imagen exacta de nuestro ser, con aceptaciones. Yo, conmigo; yo, contigo; yo con mi prójimo. Yo por siempre, sin ataduras agobiantes, en continua búsqueda de la naturaleza del alma y de la inmortalidad espiritual.
Una vez que comprendemos el mensaje, la soledad no es pesar ni melancolía. Es puro regocijo y alegrías de grandes encuentros (o reencuentros).No estoy sola en mi camino. Mis reflejos invaden mi retiro y me muestran, en su silencio, todo lo que realmente soy, y todo lo que puedo llegar a ser un día, con la comprensión y aceptación propias de todo ser humano.Para reconocer este mensaje, debemos estar en sintonía con el mundo físico, el mundo espiritual y el mundo cósmico. Todo conspira para que lo entendamos si dejamos abierto el corazón. Todos somos seres de luz, de sabiduría y amor. Basta con recordar, despertar el recuerdo de aquello que nuestro ángel nos dijo antes de nacer. El espíritu no tiene horizontes limitantes, y es él quien nos lleva a escuchar dichos mensajes.Nunca estamos solos. No perdamos el valor de correr riesgos. Nada es imposible cuando escuchamos nuestra voz interior; la que no grita, la que nos susurra, la que calla y espera…Lo que importa en nuestro viaje es la dirección, no la velocidad. En algún momento de nuestras vidas veremos la unicidad de cada uno de nosotros. Debemos darnos cuenta también, que los demás son personas como nosotros. Sienten miedos, angustias, preocupaciones, y también tienen imperfecciones.
Pero todos tenemos objetivos y una vez conseguidos, la vida es más placentera. Progresamos con conciencia por el sendero espiritual que cada uno se ha marcado, y el alma se manifiesta con alegría dentro del cuerpo físico, que se vuelve más sano.Ese descubrimiento tiene que ser visceral, directamente del corazón. Sin miedos, porque la presencia del miedo es un derroche de energía que nos paraliza.
Los mensajes llegan en cualquier momento de nuestras vidas, sin invadir nuestra privacidad, respetando los tiempos de cada uno de nosotros. Van abriéndose como los pétalos de una flor, lentamente. A veces son dolorosos y traen grandes cambios que golpean también a nuestros espejos, quienes reflejarán un sin fin de imágenes que a veces no nos atrevemos a aceptar.Yo considero que mis hijos son los espejos de mi alma.
Pido a Dios que me acompañen siempre, hasta mi destino final. Yo, me reflejaré siempre en ellos con orgullo, en su propia luz. Porque estamos conectados eternamente, unos con otros, y ¡por algún motivo!, que también sabremos descubrir en su momento exacto.No todos aprendemos las lecciones al mismo tiempo, aún teniendo las mismas oportunidades. Pero debemos saber que, si no tenemos la oportunidad de hacer cosas grandes, hagamos cosas pequeñas a lo grande =)Un mundo maravilloso nos espera ahí afuera, un mundo compartido en el Amor. Porque la tecnología no resolverá los graves problemas de la Humanidad, al contrario. El Amor es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas y a todas las personas. Es la esencia misma de nuestro ser y de todo el Universo.
Al reconocerlo, nuestras vidas mejorarán y podremos dejar los obstáculos de lado, para así alcanzar la paz interior, la alegría y la felicidad. Para que podamos decir, al final de nuestros días: “Confieso que he vivido.” (A lo grande, a lo Neruda, uno de los sabios literatos que más amo.)¡Confieso que he vivido en plenitud y en comunión con el mundo entero! ¡Qué lindo si pudiéramos revelar el secreto de nuestras almas que navegan como los barquitos dentro de una botella, viviendo en su propia transparencia! No necesitaríamos izar banderas en sus mástiles, ya que el origen de ello fue para poder distinguir a los enemigos. Vivir sin rencores ni amarguras.
¡VIVIR!
Pero recuerda: yo, conmigo; yo, contigo; yo, con los demás.
Beso enorme
Evelyn
